-
- Te
quiero -
Dos
palabras, las más bonitas del mundo, las más especiales y las únicas que
verdaderamente salen del corazón o en mi caso del alma…
Nací
vacío, nací sin corazón. Pude sobrevivir
gracias a pócimas de brujas que sabían a demonios pero nunca me debería
enamorar, si no moriría…
Pasaron
los años hasta que un día apareció ella, era la chica más especial que había
visto nunca, con tan solo una mirada conectamos al instante.
Pasábamos
todo el tiempo que podíamos juntos.
-¿Sam, nunca te han dicho que eres un chico muy callado?- después de un
largo silencio añadió-¿Ves? ¿Ni si quiera me respondes a esto? - Dijo riendo. Yo
sólo podía sonreír y mirarla como nunca había mirado a nadie, sus ojos azules
me atrapaban y me hacían viajar hasta su alma dejando así que la conociese más
que a mí mismo.
Me
estaba enamorando de ella, pero no podía hacer nada, además, no quería
evitarlo.
A su
lado me sentía completo pero siempre me ponía nervioso. Sobretodo para su
cumpleaños, la regalé un collar de perlas, ella, al abrirlo me miró y se echó a
reír diciéndome:
-¿En
serio? Pareces sacado de otra época, ya nadie regala collares de perlas. Pero por
eso me encanta, siempre será especial para mí, como tú.
Después me dio un abrazo y me dedicó una sonrisa mientras agitaba la cabeza como si aún no se
lo creyese.
Empezaba
a sentirme cada día más débil, me estaba muriendo de amor, literalmente. La
cabeza me explotaba por no dejar de pensar en ella y cada vez se me hacía más
duro estar a su lado sin que no me entraran náuseas. Sabía que si me alejaba de
ella acabaría muriendo de todas maneras, una persona como yo no podría
sobrevivir mucho más tiempo. Así que no dudé ni un instante en decirla todo lo
que sentía por ella, de la manera más dulce posible quería demostrarla que el
amor supera a todo y que necesitaba pasar junto a ella todo el tiempo que
pudiese antes de tener que entregarme a la muerte, antes de tener que abandonar
a todos mis sentimientos por el camino.
El día
que me desperté con más fuerza fue cuando supe que tenía que decírselo:
-Te quiero-
nunca me había atrevido a pronunciar esas palabras en voz alta y se me clavaron
en el abdomen como un puñal haciendo a mi cuerpo retorcerse hasta adaptar una
postura antinatural.
La conté lo que me pasaba, mi defecto, mi perdición… No puede evitar
romper a llorar como nunca antes lo había hecho, iba a perderla.
-Quiero
que te quedes con este libro, que escribas nuestra historia en él, así cuando
te sientas sola y me eches de menos le podrás leer y me sentirás contigo.
Porque no debes olvidar jamás que siempre estaré a tu lado, nunca te
abandonaré.- dije con el último aliento que me quedaba, mirándola a los ojos
intentando encontrar en ellos algo de alivio para cesar el dolor que me nacía
del estómago.
-Te
quiero- dijo mientras posaba sus labios húmedos por sus lágrimas, llenos de
vida sobre los míos fríos e inertes. Sólo pude sonreírla una última vez antes
de cerrar los ojos para siempre.
-Alice Roth-
Holaa Ali que tal!! xD Bueno me pase pa decirte que yo tambien me apunte a esto de los relatos y hice mi primer relato jeje xD Lo publique en dos Partes... Pasate leelo y comenta plis haber si te gusta jeje xD y ya si me sigues me haces la chica mas feliz del mundo jejej Besitos
ResponderEliminarHOLA! Genial me alegro mucho de que te unas! Yo llevo mucho tiempo sin pasarme por aquí y sin escribir nada, he estado liada, pero ya estoy libre y con muchas ganas de escribir! :D Por supuesto voy a pasarme por tu blog ahora mismo! ;D
ResponderEliminarThank you very much jajaja xD
Eliminarme entro el inglés ahora jaja
Muchos MuakiSs.. Ali xD
(hice una cosa espero que te des cuenta)