Para ser sincera:

¿Sabes? Pedía al cielo, al mundo o a alguien, a quién fuese, una segunda oportunidad , un reencuentro. Lo deseaba con todas mis fuerzas y nunca perdía la esperanza, aunque en todo este tiempo hubo veces en las que el dolor se imponía ante todo y  la falta de esperanzas me corrompía. Pero esas veces en las que la tristeza sacaba mi lado más sombrío recordaba tu sonrisa, tu forma de hablar...¿por qué sentía siento que tenemos que estar juntos? ¿Y por qué me duele tanto pensarlo?

Un día volviste, y al principio ni siquiera podía creerlo pero ahí estabas, eras real, eras tú de nuevo. Tan increíble, tan tú...
Fui una cobarde, en realidad...en realidad siempre lo he sido. Mi oportunidad había llegado al fin pero en vez de aprovecharla me dediqué a soñar con los ojos abiertos a imaginar historias que podían haber sido pero yo, por tonta, nunca hice realidad.

Me pregunto si nunca aprenderemos, si nunca seremos del todo felices.

Este no es el primer relato que te dedico, ni me parece que será el último.Y es que pienso en ti sin quererlo y me rondan siempre las mismas frases "alma gemela" "destino". Créeme, intento apartarlas con todas mis fuerzas de mi cabeza diciéndome que soy una imbécil por creer todavía en cuentos de hadas.
¿Y si este es / y si tú eres el error más grande de mi vida?   No, no puedes serlo. Siento como mi corazón se encoje y sufre porque te siente tan lejos de él.
 Me cuesta mucho reconocerlo, ni siquiera me veo con fuerzas, pero ahora deseo una tercera oportunidad, esta vez prometo aprovecharla...

Prometo ser valiente. 

Prometo decirte lo que hace años callo,

 prometo serte sincera.