Papel Mojado

Era relajante cerrar los ojos bajo el agua caliente de la ducha, era como estar en una burbuja. Nada podía afectarme allí.
Habían sido las semanas más horribles de mi vida. La muerte de mi padre se había llevado toda mi felicidad, toda mi vida y tan sólo había dejado allí a una chica triste, llena de de defectos. Ya no me reconocía al mirarme en el espejo, estaba demasiado delgada y unos círculos morados habían decidido  rodear mis ojos hinchados.  Mi piel estaba demasiado pálida para lucir natural y saludable.
Por todo eso había decidido dejar de mirarme, había tapado todos los espejos de mi casa con sábanas oscuras. Mi alma había sido ocupada por una cosa que no era yo. Yo me fui con mi padre.

Al salir de mi acogedora burbuja me sentí extraña.
Al levantar los brazos rocé sin querer la sábana que cubría el gran espejo del baño haciéndola caer y mostrándolo de nuevo. Lo primero que vi fué mi cara parecía que había envejecido treinta años. No pude reprimir las lágrimas que bajaron despacio hasta la comisura de mis labios. No sé cuanto tiempo estuve mirándome en el espejo. Había una mancha blanca justo a mi lado, reflejada en el espejo. Al principio pensé que era vapor...Hasta que unas letras inundaron toda la superficie del espejo. La mancha blanca se movía yo en cambio estaba paralizada.
Tenía una letra difícil de entender, rara. Pude descifrar un "Buenos días" y un "me alegro de verte, me han hablado muy bien de ti."
Estaba demasiado asustada, creí que el cansancio de esos días me estaba jugando una mala pasada pero a cada segundo que pasaba más me convencía de que no estaba soñando.
-¿Qué eres? ¿Qué me está pasando?- logré decir.
Al cabo de unos minutos me dí cuenta de que no podía oírme y lo escribí en el espejo con esperanza de que así pudiese comunicarme con esa cosa.
-"No soy una cosa, en algún momento fui como tú, luego...morí."- Morir. Muerte. Fantasma. Me hubiera gustado poder soltar una carcajada y salir de allí corriendo.
-"¿Qué quieres de mí? "
-"Eres preciosa, cuando tu padre me..."
-"¡¿Mi padre?!"- escribí -"¿donde has visto a mi padre?"- nada más terminar de escribir la pregunta me arrepentí, iba a saber la verdad sobre el cielo, el infierno... Iba a saber si realmente existía algo después de la vida.
-"Pues en el lugar al que todos vamos un día, no sabría como describírtelo. No es el cielo, no es el infierno es simplemente otro lugar. No está mal y aunque lo estuviese ya da igual estás muerto no tienes ese tipo de sentimientos. Es como si estuvieses navegando en un barco de noche, estas cómodo al sentir las olas, pero, por otra parte al no ver nada no sabes si un tsunami derribará tu barco.
De vez en cuando alguien entra en tu vida muerte te cuenta su historia y se va. Así descubrí a tu padre y me fascinó como contaba vuestra historia, llevo tanto tiempo muerto que estoy empezando a olvidar todo. Tú apareciste en mi mundo como la luna que tanto tiempo llevaba sin ver y gracias a eso pude llegar navegando hasta aquí.  Dicen que cuando morimos solo podemos volver unos días a la "vida" para conocer a  nuestro amor verdadero."

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-¡Espero que os haya gustado! :3 Mañana escribiré la parte que me queda porque es bastante largo y así se hace más ameno de leer.

-Siento llevar sin escribir nada tanto tiempo pero estoy de exámenes...Mayo y Junio son los meses más difíciles ¬¬, menos mal que ya es la recta final :) -

¡¡Feliz martes y suerte si estáis de exámenes también!!